Llegan de trabajar o de estudiar y se transforman, dejan de ser el programador, el músico, el que trabaja en el supermercado y se convierten en “futbolistas”, pero no de los que se ven por la televisión, sino que juegan con un joystick en la mano.
No sudan mucho, aunque un poco si, por los nervios de cada partido que se viven con mucha intensidad y se emocionan, se enojan, festejan. Es raro de explicar pero viven esos momentos con mucha pasión.
Ayer por la noche un puñado de uruguayos que juegan al videojuego FIFA 17 se consagraron campeones del mundo luego de ganarle la final a Francia por un global de 5 a 2.
El modo de juego no es el típico que todos conocen, es decir, no es el 1 contra 1, sino que son 11 contra 11 donde cada persona tiene la responsabilidad de manejar un jugador y cumplir una función en el terreno de juego.
Existen equipos, ligas y hasta selecciones, por eso es que Uruguay formó la suya con los mejores jugadores del país, o los que el entrenador creyó que eran los más adecuados y se embarcaron en una aventura mundial que terminó con final feliz, porque después de ganarle a países como Bélgica, Holanda o hasta Argentina, donde también se viven los partidos como un clásico de verdad, terminaron venciendo al campeón de Europa, Francia, para quedarse por primera vez en la historia con el título mundial.
Es la primera vez además que un equipo de Sudamérica gana una Copa del Mundo.
Los eSports (deportes electrónicos) han ido creciendo y haciéndose más conocidos durante los últimos años y el título conseguido por Uruguay marca que nuestro país es una de las potencias a nivel mundial en el videojuego.