Se trata de una iniciativa del Ministerio de Educación y Cultura que se está realizando a nivel departamental.
La docente explicó a HELVECIA que la idea de participar surgió cuando el profesor de Educación Física hizo un relevamiento de peso y talla, en el cual se encontraron índices de masa corporal no adecuados a la edad de algunos alumnos, por lo que se pensó en alguna herramienta lúdica para promover los buenos hábitos alimenticios.
Los chicos interesaron a sus padres y estos promovieron algunas acciones como invitar al dibujante Juan Vizio y al programador Federico Rivoir, para apoyarlos en la elaboración de un videojuego.
Se eligió el Programa Scratch, disponible en las XO 4.0 que utilizan los alumnos en clase. Para empezar, se hizo un concurso de dibujo entre todos los alumnos de la Escuela “para que todos pudieran sentirse implicados en el proyecto”, dijo la docente.
Los chicos dibujaron alimentos saludables y no saludables. Colaboró la Coordinadora del Plan Ceibal María Noel Betarte, en todo lo relacionado a la tecnología.
“Los alumnos fueron probando y todo se realizó en base a ensayo y error”, dijo Carina Jara.
Con este proyecto, la Escuela 10 está participando a través del 6to año B, este jueves y viernes en la Feria de Clubes de Ciencia, en el Área Tecnológica, a nivel departamental.
La Escuela 10 es la única de Nueva Helvecia que lo hace y, en caso de obtener un buen puntaje con su proyecto, podría participar en próxima Feria Nacional de Clubes de Ciencia.
Carina Jara destacó el uso de las XO como herramienta de clase, con la que los alumnos descubren nuevos programas y posibilidades de seguir investigando y creando.
La maestra señaló que con este proyecto, los alumnos ingresaron a otros programas que habitualmente no se utilizan en clase.
Informó que el videojuego creado por los alumnos de la escuela 10, será mostrado a otros centros escolares del país, mediante el sistema de videoconferencia.

“La idea es intercambiar y continuar con esto en los años siguientes”, manifestó la docente.
Dijo que con estos proyectos, “los chiquilines se enganchan, les gusta y, además, aprenden, porque se trabaja en distintas áreas, no solamente en programación. En este caso, se trabajó en biología, en lengua, en física, en química. Es poner en juego todas las habilidades que ellos tienen y las herramientas tecnológicas que se vienen sumando año a año, no solo con el Plan Ceibal, sino con la tecnología que tienen en su casa”.
Finalmente, expresó su alegría por haber podido concretar este proyecto, que fue propuesto por los alumnos y en el cual se trabajó sin tener todas las herramientas necesarias, pero encontrando canalizar, insistió, las habilidades de cada uno con la tecnología disponible.

 

 

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