La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (PP) ha logrado la mayoría absoluta en las elecciones autonómicas de Madrid al obtener 68 escaños de los 135 que conforman el arco parlamentario, del que desaparece Podemos. Más Madrid, que se sitúa como tercera fuerza, liderada por Mónica García, obtiene 28; y Vox, con Rocío Monasterio, que logra 10 asientos en la Asamblea regional. En las elecciones de 2021 Ayuso logró 65 escaños, insuficiente para gobernar sola, mientras que Más Madrid fue segunda fuerza con 24 escaños, seguida de PSOE (también con 24 parlamentarios, pero menos votos); Vox logró 13 diputados y Podemos 10
El oficialismo perdió la comunidad de Valencia, Aragón, Extremadura, La Rioja y las Islas Baleares. Algo más de 35,5 millones de personas fueron llamadas a participar en las elecciones municipales, provinciales, insulares y autonómicas convocadas en España este domingo 28 de mayo, en las que se renovaron casi 8.100 ayuntamientos y doce Parlamentos autonómicos, entre otras instituciones.
Sin duda, ha sido un triunfo arrasador de la extrema derecha. Por ejemplo, el PP ha obtenido más de 1,4 millones de votos en Andalucía en las elecciones municipales de hoy, 185.000 por encima del PSOE, partido que ganó en la comunidad andaluza en los comicios de hace cuatro años con casi 400.000 votos de diferencia. En porcentajes, el PP logra el 38,1 por ciento de los votos y el PSOE el 33,3 por ciento, según los datos del Ministerio del Interior. Tras el PP y el PSOE se sitúa como tercera fuerza política en Andalucía Vox, que supera los 264.000 votos y tiene el 6,8 por ciento de los sufragios. En este sentido, los partidos populistas y radicales de derecha han sido especialmente hábiles para captar amplias franjas electorales a partir de la recuperación de los ‘valores tradicionales’, de la importancia de la ‘comunidad’ y del valor simbólico del nacionalismo cultural.
Esta falta de confianza en las estructuras institucionales podría haber generado un posible apoyo hacia los partidos populistas de derecha radical, como ha ocurrido en otros países europeos. Investigadores atribuyen el auge de los partidos populistas de derecha radical a una situación de ‘anomia’ social: la sensación creciente de inseguridad ante el presente y el futuro.
El proceso de globalización ha modificado profundamente la estructura del mercado de trabajo en muchos países desarrollados y ha introducido nuevas variables económicas y sociales que dificultan extremamente el acceso al mismo para muchas capas de la sociedad, especialmente aquellas que poseen pocas cualificaciones. Además, estos cambios estructurales han generado un incremento del riesgo social y una importante pérdida de identidad por parte de los individuos.
- Para HELVECIA por Alvaro G. Lopez Bejarano. Periodista colombiano, corresponsal internacional, con más de 30 años de experiencia en análisis geopolítico.