La Comisión Honoraria de Lucha contra el Cáncer, en el marco de sus estrategias referentes al consumo de tabaco y nicotina, propone una acción que nos demuestra que fumar cigarrillos tradicionales, electrónicos, productos de tabaco calentado o pipas de agua afecta hasta en las prácticas cotidianas.
En nuestro país hay más de medio millón de personas adictas al tabaco y nicotina. Según estudios, en Uruguay el 21.6% de la población mayor a 14 años es fumadora.
Se estima que la mitad de los fumadores morirán a consecuencia del consumo de tabaco, esto significa 6.570 personas al año, lo que se traduce aproximadamente en 18 personas por día. Los diferentes tipos de cáncer (pulmón, labio, boca, faringe, laringe, esófago, vejiga, riñón, hígado, estómago, páncreas, colo-recto, cuello de útero y leucemia mieloide aguda), enfermedades cardiovasculares y enfermedades respiratorias crónicas son solo algunos de los problemas que causa el tabaquismo. La única forma de controlar esta epidemia es no comenzar o dejar de consumir.
La Comisión busca educar e informar sobre una problemática que afecta a fumadores y no fumadores, ya que no existe una forma segura de consumir y no hay un nivel seguro de exposición al humo de tabaco ambiental. Sin embargo, abandonar el consumo reduce los riesgos para la salud, produce beneficios inmediatos y a largo plazo.
Lo más importante es que los daños que causa el tabaco son totalmente prevenibles y algunos, incluso, hasta reversibles si se deja de fumar, por eso la Comisión decidió abordar este problema mostrando una situación que se evidencia en la vida cotidiana. Para ello contactó un locutor fumador y uno no fumador que demuestran los efectos de la pérdida de la capacidad pulmonar que es una de las consecuencias más evidentes y desarrolló un experimento que fue amplificado en una pieza de radio de una forma tan innovadora como real.